martes, 24 de marzo de 2009

CUENTO DE ALEJANDRO MAGNO

En este día llega a mi un cuento del gran emperador, Alejandro, recuerdo que un día me contaron cuando llego delante del pobre Diogenes...
El rey había vencido a miles de hombres en el campo de batalla, pero sabía que a un hombre al cual su vida no le importa nada, nunca puede ser vencido. Preguntó desdeñosa y burlonamente al miserable si deseaba alguna cosa. Le dijo que tal era su fama, que fuese lo que fuese, estaba dispuesto a facilitárselo, por difícil o lejano que pareciese.
Diógenes alzó su mirada hacia el rostro de su interlocutor. Sin ver el semblante del héroe, cegado por la luz del astro rey, que se hallaba a la espalda del mortal Alejandro, respondió firme y pausad amente:
-Nada deseo de ti, gran príncipe, conquistador de tierras y de almas. Y sólo una cosa que está a tu alcance puedes hacer por mí. Apártate, y no quites el sol a tus humildes súbditos. Deja que sus rayos viertan la vida sobre mi piel y sobre los cuerpos de los ciudadanos y de los esclavos.
Aquella noche, Alejandro meditó las palabras del vagabundo. Y un secreto temor resbaló por el lecho de Alejandro mientras el alba asomaba en el horizonte. Alejandro sabía que había algo en la Tierra que escapaba de su poder: podía quitarle la vida, podía incluso encarcelarlo, pero no podía quitar el sol a un mendigo. Ni a ninguna otra persona. Esto iba más allá de su poder. Comprendió hasta que punto la fama de sabio del mendigo era merecida. ¿Habría querido decir el cínico lo que él estaba entendiendo? Concluyó que nada más importante puede ser dado, ni nada más importante puede ser quitado, que el sol. Porque el sol es la fuente de la vida. De cualquier persona y de toda la humanidad. Y con todo su poder ningún monarca ni podía dar, ni podía quitar el sol.

Los tres últimos deseos de "Alejandro El Grande"Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propiosmédicos de la época.2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro y piedras preciosas),fueran esparcidos por el camino hasta su tumba.3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y ala vista de todos.Uno de sus generales,... asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro: ¿Cuáles eran sus razones?Alejandro le explicó:1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos... NO tienen, ante la muerte el poder de curar.2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan VER.... que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan VER que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.EL TIEMPO es el regalo más preciado que tenemos, porque es LIMITADO. Podemos producir más dinero, pero NO más tiempo.Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que NUNCA,... NUNCA... podremos recuperar.
Nuestro tiempo es nuestra vida. El mejor regalo que le puedes dar a alguien,.. es tu tiempo

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