Un cometa verde se aproxima a la Tierra
El cometa Lulin está aproximándose a la Tierra. A fin de este mes, se encontrará a 61 millones de kilómetros (38 millones de millas) de distancia. El cometa verde, con dos colas, está desplegando un bello espectáculo para los telescopios pequeños y después podría ser observado a simple vista.
Febrero 4, 2009: En 1996, un niño de 7 años, en China, se inclinó sobre el ocular de un pequeño telescopio y vio algo que cambiaría su vida: un cometa de extravagante belleza, brillante e hinchado, con una activa cola. Al principio pensó que él mismo lo había descubierto, pero no, se enteró que dos hombres llamados "Hale" y "Bopp" le habían ganado de mano. Dominando su decepción, el joven Quanzhi Ye tomó la decisión de encontrar su propio cometa algún día.
Y un día lo encontró.
Adelantemos el tiempo a una tarde de verano, en julio de 2007. Ye, ahora de 19 años y estudiante de meteorología en la Universidad Sun Yat-sen, de China, se inclinó sobre su escritorio para mirar un campo de estrellas en blanco y negro. La fotografía fue tomada algunas noches antes por el astrónomo taiwanés Chi Sheng Lin, quien se encontraba "patrullando el cielo" en el Observatorio Lulin. El dedo de Ye se movía de punta a punta —y se detuvo. Una de las estrellas no era una estrella, era un cometa y, esta vez, Ye lo vio primero.
El cometa Lulin, llamado de ese modo en honor al observatorio en Taiwán donde fue tomada la fotografía del descubrimiento, se está acercando a la Tierra ahora. "Es una belleza verde que podría ser observada a simple vista en cualquier momento", dice Ye.
El astrónomo aficionado Jack Newton envía esta fotografía desde su observatorio, ubicado en su patio trasero, en Arizona:
"Mis ojos ya cansados todavía no pueden ver el cometa que se está haciendo más brillante", dice Newton, "pero mi telescopio de 14 pulgadas lo captó bastante bien el 1 de febrero."
El cometa realizará su máximo acercamiento a la Tierra (0.41 UA) el 24 de febrero de 2009. Las estimaciones actuales establecen el máximo brillo en 4ta. o 5ta. magnitud, lo cual significa que será necesario que el cielo esté oscuro para poder verlo. Sin embargo, nadie puede asegurarlo debido a que ésta parece ser la primera visita de Lulin al sistema solar interior y también su primera exposición a luz solar intensa. Puede haber sorpresas.
color verde de Lulin proviene de los gases que componen su atmósfera, la cual es del tamaño de Júpiter. Chorros lanzados desde el núcleo del cometa contienen cianógeno (CN: una gas venenoso encontrado en muchos cometas) y carbono diatómico (C2). Ambas sustancias brillan de color verde cuando son iluminadas por la luz solar en el casi vacío del espacio.
En 1910, muchas personas entraron en pánico cuando los astrónomos revelaron que la Tierra pasaría a través de la cola del cometa Halley, rica en cianógeno. Falsa alarma: la tenue cola del cometa no podría penetrar la densa atmósfera de la Tierra; incluso si hubiera penetrado, no había suficiente cianógeno como para causar un problema real. El cometa Lulin provocará aún menos problemas que el Halley. En su máximo acercamiento, a fin del mes de febrero, Lulin se detendrá a 61 millones de kilómetros (38 millones de millas) de distancia de la Tierra, lo cual resulta completamente inofensivo.
Para ver al cometa Lulin con sus propios ojos, coloque su alarma a las 3 de la madrugada. El cometa sale unas pocas horas antes que el Sol y se lo puede hallar aproximadamente en un tercio del cielo, en el Sur. Aquí se detallan algunas fechas en las cuales es especialmente fácil encontrarlo:
Feb. 6: El cometa Lulin pasa cerca de Zubenelgenubi, una estrella doble en el fulcro de las balanzas de Libra. Zubenelgenubi no sólo es divertido de pronunciar, sino que también es una guía útil. Usted puede ver a Zubenelgenubi a simple vista (es casi tan brillante como las estrellas en la Osa Mayor); los binoculares apuntados hacia la estrella binaria revelan al cometa Lulin en una bella proximidad. [Mapa del cielo]
Feb. 16: El cometa Lulin pasa cerca de Spica, en la constelación de Virgo. Spica es una estrella de primera magnitud y una guía que ni siquiera los astrónomos de la ciudad pueden perderse. Un telescopio buscador apuntado hacia Spica capturará al cometa Lulin en el campo de visión, centrando la óptica a un pequeño paso de ambos objetos. [Mapa del cielo]
Feb. 24: ¡El máximo acercamiento! En esta especial mañana, Lulin estará a sólo unos pocos grados de Saturno, en la constelación de Leo. Saturno se puede observar a simple vista y lo mismo podría suceder con Lulin. Si esto no lo saca de la cama, nada lo hará. [Mapa del cielo]
Ye hace notar que el cometa Lulin es interesante no solamente por su extraña belleza, sino también por la rara manera en la cual fue descubierto. "Éste es un 'cometa de colaboración' entre astrónomos taiwaneses y chinos", dice. "El descubrimiento no se hubiera podido realizar sin la contribución de ambos lados del estrecho que separa nuestros países. Chi Sheng Lin y otros miembros del equipo del Observatorio Lulin me permitieron obtener las imágenes que quería, mientras que yo analicé los datos y encontré al cometa".
En algún lugar, este mes, imagina Ye, otro jovencito se inclinará sobre un ocular, verá al cometa Lulin y sentirá la misma emoción que él sintió cuando observó al cometa Hale-Bopp, en 1996. ¿Y quién sabe hacia dónde podría conducir esto…?
"Espero que mi experiencia pueda inspirar a otros jóvenes a perseguir los mismos sueños estelares que yo", dice.
El secreto del perdón
El tema del perdón toca fibras sensibles para todas las personas, las razones que son obvias, se convierten en verdaderos retos para mucha gente que vive rupturas familiares, divorcios, fuertes disgustos, malos entendidos, abusos y acciones dolosas que han lastimado fuertemente su corazón.
Dolidas y enfurecidas, mucho(a)s optamos por odiar, maldecir, amargarse, golpear, insultar, humillar, dividir, guardar resentimiento, criticar y arremeter contra el opuesto, basándose en toda clase de justificaciones, pretendiendo obviamente erigirse como los salvadoras de todas las cosas, calificando al otro como malo y a su propia persona como buena.
Al ser confrontadas por los clichés de la época, se nos presenta dos opciones:
· Ignorar el tema del perdón, o
· Enfrentar el reto y perdonar
Pero, ¿cómo? Mucho se ha oído decir, “perdonar es olvidar”. Y aunque suena muy bien la frase; contundente, certera y como opción para solucionar el rencor, para la mayoría nos resulta prácticamente imposible.
Olvidar el agravio, olvidar el engaño, la traición, la mentira... ¿Desaparecer de la mente el dolor de la herida causada? ¿Olvidar el insulto o la bajeza con la que somos tratados?
¿Olvidar el dolor que tuvimos que tragarnos cuando sentimos las respuestas y las acciones de aquél o aquella de manera francamente injusta en nuestra contra?
¿Olvidar que por su culpa tenemos que enfrentar situaciones que no merecíamos? ¿Olvidar cómo se ensaña en hacernos sentir incómodos o rechazados?
¿Olvidar su indiferencia, sus reproches o sus humillaciones?
¿Olvidar la manera en que se quedó con lo mío? ¿Cómo prefirió atender a aquella antes que a mí? Sería tanto como pedirnos o exigirnos no sólo que actuemos en esta condición como niñas, niños, sino serlo.
Para poder tener esa capacidad de no ser tan aprensivos y dejar atrás, es decir, pasar por alto, olvidar, todo el mal sentido como lo hacen los niños a la hora en que vuelven a jugar. Suena bien y no dudo que alguien lo haya logrado o que lo llegue a lograr. Pero por ahora no es posible para todos. Entonces, ¿existe otra forma para poder perdonar? Alguien más habla de que si no del todo se perdona sí se puede superar el dolor por la ofensa
Esta es una posición sana desde el punto de vista de las reflexiones sicológicas. Pues finalmente el desfile de personas que llegan y pasan por un consultorio cargan en el alma el rencor por haber sido agredidos injustamente, y sin haber trabajado ese dolor.
Es decir, a veces ni siquiera han hablado el tema con nadie de confianza y les hace bien el desglosarlo, llorar, analizar, y superarlo. Para finalmente poder decir, es como una herida profunda que cicatriza: sé que fui lastimado aquí está la herida pero hoy sólo lo recuerdo porque ya no me duele.
Este proceso implica cierta sanidad y es un logro emocional importante pues los sentimientos de sufrimiento impotencia y confusión se superan. Es decir, luego de un proceso psicológico en términos estrictamente personales podemos decir “estoy en paz”.
Pero el perdón propiamente dicho todavía no aparece, pues el otro en conflicto aún no toma presencia en primer cuadro en nuestra escena.
Entonces... ¿Habrá una tercera opción? Sí y se basa en el siguiente punto de vista; puede ser que se trate de la tarea más difícil, pero si lo vemos bien es la más sencilla. Sólo se requiere reconocer que “No soy mejor que la persona que me ofendió”
Sólo aquella persona capaz de reconocer sus propios defectos, errores, desaciertos, y sus peores zonas oscuras, es capaz de perdonar a otra persona, sin tantos malabares.
Y esto es verdad. Pues en ese sentido no se siente merecedor de ningún bien extra, pues quien así actúa sabe de qué carece también, de qué pie cojea, de qué historia viene; de qué condición está hecho.
Y ésta sencillez de alma para entender la vida propia y la de los demás es una de las mayores adquisiciones a nivel espiritual, filosófico y ético que se pueda tener en esta vida.
En oposición a este planteamiento, en la mayoría de nuestros casos es más fácil justificar nuestra ira y desprecio que recordar a quiénes y cómo hemos lastimado en el pasado y seguimos hiriendo en el presente.
Mucho menos fácil es prestar oído atento a aquellos a quienes con palabras o actitudes nos están demandando una explicación; una mirada tibia, un “sé que te lastimé y ni he reparado en ello durante todo este tiempo, perdóname por aquellos por favor”.
Es más fácil montarnos en la cumbre de la soberbia y creer que nadie sufre más que yo. Es más fácil preparar mentalmente todas y cada una de las justificaciones de por qué le retiramos el saludo... Del por qué le dejamos de hablar, del por qué nunca más volveremos a confiar en ella o en él...
Que recordar todas y cada una de las veces en que yo he mentido o he defraudado la confianza. Es más fácil alimentar el rencor que abrirle camino al amor. Porque se requiere de un gran trabajo, desbaratar todo aquello que construimos con tanta tenacidad y tanto ego inflado. Pues al no perdonar damos por hecho que MI YO nunca se ha equivocado de esa manera y doy por hecho que nunca lo haré, creyéndome poseedor de los saberes del futuro.
Nada más absurdo...
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