sábado, 24 de enero de 2009

GRACIAS A LAS HADAS

Recuerdo estos días, mi vida hace cinco años. Vivía en una guardilla que yo había pintado de azul cielo, miraba el mar, leía mucho, veía los atardeceres en la playa y meditaba también . Pero sobre todo soñaba con volar, en mi mesa redonda tenia unas fotos de personas que me animaban y también este poema que leía todos los días titulado "y unas alas se abrieron" , tiempo atrás llegó a mi vida un hada que me fue enseñando que era la luz. Dejé mi vida anterior en Matrix (mente programada, miedo). Ella hizo que hoy esté aquí en la luz y por ello estoy muy agradecido a todas las hadas que me han empujado a seguir por este camino de luz, gracias de todo corazon , que haríamos sin vosotras...


Y UNAS ALAS SE ABRIERÓN

Soy aire que entra por las rendijas
de tu acorazada armadura,
esa que te mantiene a salvo de todo mal.
Eso crees tu.
Y, sin embargo, te aleja de lo mas bello, de lo infinito.
Te aleja del Amor.
Quisiera que la luz iluminase tu oscuridad.
Desearí­a ser la luz que tus ojos deseasen mirar...
Y, lo soy.
Más la cuestión es que tu a la luz
no quieres dejar entrar,
ni traspasar tu poderosa coraza.
Y, yo desde la luz, una vez vencidas y derribadas
mis propias murallas, asisto resignada
a tu propia elección de NO-VIDA.
Así­ era yo hace un tiempo,
así­, amigo gaviota.
Encerré y amurallé, como tu ahora,
mi voz interior, acalló mi alegrí­a,
enmudeció­ su luz, y de ella me olvidé...
Si bien ella no se olvidó de mi­.

Yo sentí­a desasosiego, me sentí­a incompleta y
me buscaba en otros.
La soledad no era la soledad
capaz de ser llenada con otros, no...
El vací­o era eso vací­o total,
era la separación...
...la de la propia alma.
Un dí­a sentí­ el frí­o contacto de mi armadura,
tomé conciencia de que estaba aprisionada en ella.
En vez de protegerme, me habí­a aislado
de mi corazón. Y, a consecuencia de ello habí­a
dejado de amarme, y también a los demás.
Excusas y miles de excusas
se amontonaban a mi alrededor como pilas inmensas
e innecesarias de tareas por resolver,
las cuales yo creí­a ciertas y verdaderas
como que hay dí­a y hay noche.
Mas un dí­a, decidí­ despertar a la magia interior.
Rosetta Forner Alas de Luz
http://www.bubok.es/ver/preview/4296

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