hidroterapia del colon

Origen e historia de la hidroterapia de colon.


Desde hace miles de años, el hombre ha tratado de mejorar su salud mediante la limpieza de su interior.
Así los faraones ya tenían su propio terapeuta para la limpieza del intestino. En Grecia y en Roma, Hipócrates y Galeno recomendaban éste método y en China e India se viene practicando desde hace siglos.
Plinio, en el año 77 d.c. relata la leyenda de Ibis. La leyenda refiere que fue el Ave Ibis la que enseñó al hombre, cómo purgar su intestino. Después de una abundante comida de peces, éste pájaro se encontraba sobrecargado y con su pico aspiró agua de mar, introduciéndosela en el ano, seguidamente evacuó y se sintió mejor.
En 1906 el Dr. Kellog publicó un comprensivo folleto sobre ésta terapia y en su libro recomendaba la hidroterapia del colon para muchas dolencias, incluidas las biliares, hepáticas, los shocks quirúrgicos y el cólera.
Con el cambio de siglo, la hidroterapia del colon ha experimentado períodos de popularidad alternativa, con períodos de rechazo. Los factores primarios responsables de los estereotipos, malentendidos y ambigüedades fueron debidos a la práctica de ésta terapia por parte de gente inexperta, lo que ha ido en detrimento de su credibilidad por parte de la profesión médica.
Sin embargo, el valor de la hidroterapia del colon ha sido reconocido por muchos médicos practicantes de nuestra época, entre los cuales los más notables fueron James A. Wiltsie M-D. y Joseph E.G. Waddington: "Irrigación intestinal científica y terapia de apoyo" en la que dijo:
"El anormal funcionamiento del canal intestinal es el precursor de muchos problemas de salud y en especial de las enfermedades crónicas. La restauración de la eliminación fisiológica intestinal es a menudo de una importancia primordial, preliminar a toda eventual restauración de la salud en general".

En qué nos puede ayudar la hidroterapia del colon


Cuando estamos intoxicados, las toxinas recorren todo el cuerpo y cuando éstas no son eliminadas a través del colon las "reenviamos" al hígado, riñones, pulmones, páncreas, estómago y piel. El colon, es un órgano reflejo, es decir, tiene conexiones eléctricas con todas las partes del cuerpo. Cuando las toxinas están acumuladas por un largo período en el colon, rompemos la cadena, con lo que las funciones del cuerpo comienzan a trabajar lentamente.

Algunos de los síntomas de un colon lleno de toxinas


Lengua seca, mal aliento, sobrepeso, mal olor corporal, estreñimiento, ojeras, pies y manos frías, uñas y cabellos débiles, celulitis, varices, tensión alta, fatigas, alergias, indigestión, dolores de cabeza crónicos, nervios, nauseas, depresiones, asma, dolores lumbares, acné, dolores menstruales.
Cuando limpiamos el colon, retornamos las funciones normales de nuestros órganos al cuerpo.






Con la hidroterapia del colon buscamos


• Ablandar y remover la materia fecal de las paredes del colon.
• Disminuir la concentración de bacterias y toxinas en el intestino grueso.
• Estimular los movimientos peristálticos.

Aplicación clínica de la hidroterapia de colon


• Se consigue la óptima preparación del colon antes de un enema opaco, facilitando así un más exacto estudio para el diagnóstico. Un subsiguiente tratamiento de hidroterapia del colon, reducirá al mínimo el malestar del paciente producido por el Bario residual de la operación. Pero además, éste método eliminará el problema residual del material opaco en las subsiguientes series de radiografías intestinales para su estudio. Reducirá además la necesidad de tener que repetir los estudios, evitando así una excesiva exposición del paciente a las radiaciones.

• Es valiosísima en la preparación del paciente para la cirugía intestinal, proporcionando un terreno quirúrgico más óptimo. Puede reducir incluso el riesgo de complicaciones post operatorias debidas a la presencia de bacterias en la línea de sutura.

• También es aconsejable en el programa de entrenamiento de los intestinos en parapléjicos y cuadrapléjicos.


OBSERVACIONES GENERALES


Cada Terapeuta podrá, teniendo en cuenta el historial del paciente, hacer una interpretación de lo que observe en cada caso a través del visor.
Sin querer establecer unas pautas diagnósticas que posiblemente no sean válidas en muchos casos, sí quiero, a fines didácticos, hacer una clasificación del contenido intestinal. con algunas notas sobre ello que me ha dictado la experiencia.
Vamos a estudiar así, en varios grupos

1) GASES:


Su cantidad varía según el paciente, pero siempre son los primeros en salir. Se hacen visibles en forma de burbujas, en la parte más profunda del visor. Mucha gente comprueba al final de la sesión una gran pérdida de volumen y mejoría notable, sólo con la pérdida de gases.
Se forman por la putrefacción de los restos en el colon, de manera que aunque desaparezcan tras una sesión, pueden volver a formarse hasta que el interior cólico no haya sido vaciado totalmente lo que no ocurre comúnmente hasta la 3ª sesión.

2) HECES:


Presentes siempre en mayor o menor cantidad. Escasas en la sesión inicial (el recto-sigma no suele tener retenciones) pueden aumentar en las siguientes. Hay que tener en cuenta que el ciego es un verdadero depósito de restos, debido a su forma y características, que varían también dependiendo de la altura de la desembocadura del íleon. En toda la longitud del intestino grueso podemos encontrar restos de heces molidas trituradas que se extraen sin dificultad. En el transverso, ambos ángulos y el ascendente, se almacenan heces en los pliegues en forma de tapones, a veces con la impronta de la pared intestinal y pueden provocar pequeños atascos en el circuito.
En los casos de estreñimiento crónico pertinaz grave, se forman auténticos fecalomas (tapones de heces) muy duros y complejos de eliminar En el ciego, que es la última porción que se limpia suele haber un magma de detritus, muy abundante oscura y densa pero no excesivamente compactada.
3) COLORANTE:

Es normal encontrar el color de las deposiciones, pero diluida:
Sin embargo, algunos colores que aparecen nos pueden indicar datos interesantes.
A. Amarillo limón.


Es frecuente en los vegetarianos estrictos.

B. Verde biliar.


Suele verse en la segunda sesión al efectuarse la limpieza del ángulo hepático del colon, y el paciente cuenta al ser interrogado, con antecedentes de enfermedad hepática en muchos casos, incluso de varios años atrás. También lo podemos observar en enfermos polimedicados de forma crónica.

C. Rojo-anaranjado


Parecido en ocasiones a las pinturas metálicas de minio Es muy frecuente que el agua salga teñida así en personas de hábitos esencialmente carnívoros y parece ser debido a una oxidación de los restos.

D. Negro


Descartando la ingestión de tintas o sangres animales, debemos pensar en la posibilidad de que exista un problema de perdida hemática en algún tramo del tubo digestivo alto. Es interesante realizar una anamnamesis para buscar otros signos o síntomas, astenias crónicas o anemias de etiología desconocida (hasta ahora), incluso ingestión de fármacos (salicilatos...).
E. Rojo-rosado


Puede indicar sangrado activo a cualquier nivel.

F. Otros


Además de la tinta de chipirones o las morcillas de sangre, nos puede despistar la ingestión de algunas verduras, (espinacas, verde), remolacha de mesa (rojo) etc.

4) MUCOSA:


La pared que tapiza la cara mas interna del tubo digestivo sufre las consecuencias del comportamiento agresivo de los restos que circulan o permanecen en su interior, Así, nos encontramos con que muchas porciones de mucosa son barridas junto con los restos que contactaban; inclusos a veces los restos arrastran fragmentos de mucosa incrustada.


Vemos con frecuencia largos filamentos deshilachados, teñidos con los colorantes antes citados. Lo más frecuente es sin embargo ver salir mucosa molida como pequeñas costras de la pared que hay, que eliminar para que se forme mucosa de funcionamiento normal.
COMO menos habitual, citaré lo que yo llamo "moldes" de mucosa: son piezas como la "camisa" que pierden las culebras en época de muda de hasta 30 cm. de largo y coloración cenicienta. He visto estos moldes generalmente en la segunda o tercera sesión, en personas con estreñimiento muy antiguo, y su eliminación indica un mejoría notable del cuadro en poco tiempo.
Apéndice: MOCO.
Sabemos que la mucosa del tubo digestivo produce un moco protector que la tapiza y ayuda al deslizamiento de las heces. Cuando este moco queda atrapado durante mucho tiempo, pierde humedad se condensa y se seca, con lo que desaparece su función protectora, transformándose en una especie de grumos similares a la resina. Como este proceso de condensación suele aparecer en casos de estreñimiento agrava más el cuadro, ya que puede dar lugar a verdaderos tapones de moco que dificultan más la evacuación. En el visor se ve salir como acúmulos de resina o pulpa de naranja.

5) CUERPOS EXTRAÑOS.


Puede haber una verdadera miscelánea de ellos, la mayoría ingeridos por error, e incluso con desconocimiento. Voy a citar algunos que yo he visto salir.

A) Semillas


Las de uva, en época de vendimias, pueden constituir por sí solas unas bolas de gran tamaño que se atascan. Las de kiwi, fresas, etc. salen sin problemas. Las grandes de ciruela no pasan por la conexión de la máquina. No he visto de cereza ni de aceituna, pero si de pimientos.

B) Pieles Vegetales


Sobre todo, las lentejas, que pueden aparecer enteras. También de pimientos y tomate.

C) Alimentos mal masticados


Lo mas curioso que he visto, dos aceitunas rellenas de pimiento que hubo que rescatar manualmente de la máquina Estaban intactas.

D) Tapones de bolígrafos


Tanto el tapón de los BIC, como el rabo del capuchón.

E) Plásticos diversos de pequeños tamaños.

F) Clips de oficina (Es verídico)

G) Parásitos


Lombrices, incluso muertas y desecadas. Para su expulsión, es aconsejable el uso de un preparado ortomolecular con Bismuto durante la sesión, además de un tratamiento oral.

¿En qué patologías está indicada esta terapia?

Las propias del intestino grueso:




Flatulencia.

Estreñimiento.

Colon irritable, colitis, colon espástico, colon atónico.

Diverticulitis, enfermedad de Crohn.

Diarreas, candidiasis, parasitismo.

Intoxicación crónica intestinal por bacterias, virus, hongos, metales pesados, etc.

Enfermedades de la piel: psoriasis, eccemas, acné, piel seca, etc.

Hemorroides, trastornos linfáticos, celulitis, obesidad, piernas hinchadas, varices.

De gran ayuda en tenesmo vesical.

Problemas prostáticos, hepatopatías crónicas, afecciones renales.

Envejecimiento prematuro de la piel.

Afecciones ORL crónicas: sinusitis, rinitis. Mejora el estado del cuero cabelludo y por lo tanto del cabello.

Pérdida de la actividad sexual.

Afecciones pulmonares: asma, bronquitis.

Estrés, jaquecas, migrañas, depresión.

Alergias, prurito, dismenorreas, osteoporosis.

Uso preventivo en los familiares de pacientes con cáncer de colon.
Antes de cualquier cirugía, sobre todo de pelvis/abdomen.
Astenias, depresión, cansancio, fatiga.

Enfermedades reumáticas: artrosis, artritis, fibromialgia, lumbalgias. contribuye a ralentizar y desinflamar estos procesos.

Contraindicaciones

Fisuras y fístulas anales.

Hemorroides en fase aguda.

Hipertensión sanguínea no controlada.

Tumor canceroso del colon.

Cirugías recientes o no del colon.

Úlcera intestinales agudas o perforación intestinal.







Embarazo.

Hemorragias gastrointestinales.

Necrosis intestinal por radiación.

Aneurismas.

Adherencias pélvicas
Enfermedades cardiacas severas.
¿Cuántas sesiones son necesarias?

El número de sesiones es variable, así como la frecuencia de las irrigaciones. Esto depende del estado de la persona, la patología presente a tratar, etc. Generalmente para el bienestar de la persona y a título de prevención es aconsejable una irrigación del colon cada seis meses.

¿Quién indica y realiza esta terapia?

Toda terapia debe ser indicada y practicada por un médico y responder a reglas estrictas de higiene.

Para que una hidroterapia sea más eficaz y duradera, es necesario que el paciente colabore con su alimentación y estilo de vida más saludable.